
La defensa de Quintero denuncia que las Medidas Administrativas Especiales vulneran la integridad física y emocional de su cliente
La defensa del fundador del Cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero, en Estados Unidos, ha solicitado formalmente al juez al frente de su caso que se le retiren las medidas carcelarias que lo mantienen incomunicado casi por completo durante su reclusión en la prisión metropolitana en Nueva York, donde se llevaba a cabo el proceso en su contra por tráfico de drogas y crimen organizado.
Mark DeMarco, abogado de oficio que encabeza la defensa del mexicano, presentó este 8 de agosto una carta al juez Frederick Block asegurando que la fiscalía estadunidense no ha presentado ningún argumento válido para mantener al también ex líder del Cártel de Sinaloa, quien tiene 71 años, prácticamente aislado del mundo, incluyendo a su propio equipo de defensa.
“Las Medidas Administrativas Especiales (SAMs) impuestas al señor Quintero son constitucionalmente impares con sus derechos en la primera, quinta y sexta enmienda a la libertad de expresión, el debido proceso, una protección igualitaria, a una asistencia legal efectiva, a desarrollar y presentar una defensa y a realizar una investigación relevante”, denuncia el abogado en la carta.
De acuerdo con lo explicado por DeMarco, desde que fue presentado en la corte en Brooklyn, Nueva York, y fue enviado al Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, su único contacto con su familia en México ha sido a través de dos breves llamadas por teléfono, y sus únicas visitas han sido de sus abogados y paralegales, pero no de investigadores que forman parte de su defensa.
“Lo señalado por el gobierno en la acusación, memorándum de detención y las SAMs perpetúan los mitos y leyendas que han rodeado al señor Quintero por años (…) los riesgos por un confinamiento solitario tan extremo, para su bienestar y por su cordura, son terribles”, abunda DeMarco.
En tanto, el abogado detalló cómo vive el capo mexicano en prisión.
“El señor Quintero está esencialmente confinado a una pequeña celda sin ventanas. Permanece en su celda, solo, por 23 horas al día de lunes a viernes, los fines de semana está confinado 24 horas al día y no se le permite ningún ejercicio. Sus comidas son entregadas por una rendija en la puerta, y come solo. La luz siempre está encendida. Con un aire acondicionado errático, muchas veces carece de ropa suficiente o sábanas para evitar el frío. Excepto por visitas de su equipo legal, el señor Quintero está completamente aislado”, relata el abogado.
Esto ha llevado, según DeMarco, a que no se pueda construir una defensa suficiente para el mexicano, quien además, según el abogado, está en riesgo de sufrir daños psicológicos y físicos, pero además, está ya enfrentando un castigo aunque aún se le presume inocente.
“De hecho, muchas de las medidas parecen diseñadas para un acusado con cargos por crímenes relacionados con terrorismo que, quizá, de forma más común resultan en la imposición de SAMs”, apunta el abogado, quien también recordó que Caro Quintero no tiene antecedentes, ni la fiscalía mostró preocupación, por un escape de prisión.
DeMarco solicita entonces que, como no hay acusaciones por terrorismo ni algún señalamiento de que el hombre pudiera involucrarse o llamar a actos de terrorismo al tener medidas menos restrictivas, las medidas carcelarias especiales se le retiren y, además, se permita a investigadores contratados por su defensa, reunirse con el mexicano, para, potencialmente, rastrear evidencia favorable que además de encontrarse en Estados Unidos, pudiera estar en México o Colombia.
Rafael Caro Quintero enfrenta cuatro cargos por crimen organizado, tráfico de mariguana, heroína, metanfetamina y cocaína y uso de armas de fuego, y entre los señalamientos del caso por crimen organizado, se encuentra la acusación por haber participado en el secuestro, tortura y asesinato del agente especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Enrique Camarena, en 1985.
Nota de MIlenio: