De espalda al pactado Parlamento Abierto y en una votación fastrack, los legisladores de Morena y aliados votaron a favor del dictamen y lo enviarán al Senado de la República para su aprobación final; “albazo legislativo”, acusan opositores y científicos.
Con 257 votos a favor, 210 en contra y dos abstenciones, quedó aprobada en lo particular y en lo general la nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI). Ahora el dictamen será enviado a las comisiones competentes del Senado para su discusión y análisis; sin embargo, si se dispensan los trámites, podría pasar al pleno para su aprobación final este mismo jueves 27 de abril y concluir así el proceso legislativo, tal como lo prevén los legisladores de Morena, PT y PVEM, quienes apoyaron la iniciativa enviada por el Ejecutivo sin entrar a la discusión de fondo y prácticamente sin modificaciones.
Esto no parece sorprender a la comunidad científica y académica, pues fueron los propios legisladores quienes violaron el acuerdo previo de las comisiones unidas de Educación, y Ciencia, Tecnología e Innovación para la discusión de la iniciativa en al menos siete Foros de Parlamento Abierto, de los cuales sólo se realizaron dos, con participación de la comunidad científica.
Tocará ahora observar las acciones de los senadores, pues el 28 de marzo de este año, la Comisión de Ciencia y Tecnología, que preside el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, acordó realizar un Parlamento Abierto sobre el proyecto para expedir la Ley de HCTI. En su momento dijo que se llevaría a cabo una vez que la propuesta fuera aprobada en la Cámara de Diputados y la colegisladora lo remitiera al Senado de la República.
El dictamen se aprobó la noche del martes en dichas comisiones unidas de la cámara baja y comenzó a discutirse en el pleno legislativo en la mañana de este miércoles. Prácticamente la iniciativa de Ley que hoy se aprueba es la presentada por el Ejecutivo federal el 13 de diciembre de 2022 (con leves ajustes), a partir de ese momento se dio un fuerte debate entre parte de la comunidad científica y académica que no se sentía identificada con el documento y con sus creadores vinculados al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Este organismo se dedicó a defender su propuesta a través de “ataques y manteniendo la puerta cerrada al diálogo”, aseguran investigadores que siguieron de cerca este proceso legislativo.
“Día histórico”, se ufana Morena
La mañana de este miércoles la diputada María Eugenia Hernández Pérez, respaldada por once integrantes de su partido (Morena), expresó en tribuna: “Pueblo de México, hoy es un día histórico, pues después de cuatro años culminamos con la aprobación de tan anhelada Ley.
Hoy se consolida la cuarta transformación en el sector de humanidades, ciencia, tecnología e innovación. Seguimos haciendo historia junto con el mejor presidente de nuestra historia contemporánea y pésele a quien le pese, se llama Andrés Manuel López Obrador”. Aseguró que de hoy en adelante “las investigaciones tendrán que ser encaminadas a resolver problemas a través de la ciencia y apoyar a transformar nuestras regiones, que han sido olvidadas por gobiernos neoliberales.”
“Aprobado en lo general y en lo particular el proyecto de decreto por el que se expide la Ley general en Materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación y se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y de la Ley de Planeación”, dijo la diputada Karla Yuritzi Almazán, a cargo de la Mesa Directiva en el momento de su aprobación.
Se votó “sin respetar a las comunidades”
De acuerdo con la doctora Gabriela Dutrénit, miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel III e integrante del Colectivo por la Ciencia, era lo que se esperaba, “lo que vivimos fue un proceso sumamente desaseado, apenas ayer 26 de abril, se entregó la propuesta de dictamen, se tuvo un día para analizarlo e incorporar cambios a esa propuesta de dictamen. Con 500 páginas no había cómo hacer ese trabajo, no hubo un trabajo limpio y minucioso de discusión del dictamen que debían hacer las comisiones unidas”.
En entrevista para El Economista, asegura que lo que se vio fue una discusión y confrontación política “donde los diputados de Morena querían que se votara y punto, sin importar la discusión”, pese a que diputados de la oposición lo solicitaron, para solventar las más de 100 reservas que se habían inscrito para discutir el dictamen en el pleno, de las cuales prácticamente todas fueron desechadas.
“Cuando uno mira eso se pregunta, ¿así son los procesos legislativos, las cosas no se discuten y se aprueban nada más que por mayoría?, cuestiona Dutrénit. “No es la primera vez en la vida que vemos eso, pero uno esperaría que un gobierno democrático no promueva esta situación de mayoriteos, violando las posibilidades de que se cumplan los tiempos y que se puedan expresar las distintas opiniones”. Dijo que no hubo tiempo para discutir, “ya se votó sin respetar la opinión de las comunidades, daba vergüenza escuchar las cosas que se decían”.
Compartió que los científicos que han buscado movilizarse y manifestar sus posturas están básicamente desilusionados con lo que hicieron las comisiones unidas encabezadas por los diputados Javier López Casarín y Flora Tania Cruz Santos, “yo no puedo decir que esas comisiones y esos diputados que votaron de esa forma me representan, claro que no me representan”.
Si el Senado aprueba quedaría la vía legal
Hoy lo que esperan es que el Senado cumpla con la discusión, “si no, lo que nos queda es la vía legal y sí que hay un montón de elementos violatorios del proceso y de aspectos que afectan a la Constitución, que dan espacio para muchas vías legales. Gente que no apoya la ley, somos miles y nos hemos ido manifestando, aunque con mucho miedo, la comunidad hoy tiene mucho miedo”.
También la Academia de Ingeniería México, la Academia Mexicana de Ciencias y la Academia Nacional de Medicina de México, lamentaron la aprobación de la ley y llamaron a los senadores a abrir el diálogo antes de someter la iniciativa a aprobación.
FUENTE: eleconomista