Una encuesta de FactoMétrica y Reporte Índigo arrojó más de 80 por ciento de aceptación para la presidenta mexicana en momentos en que se enfrenta a un mundo convulso por la guerra en Medio Oriente y la crisis migratoria
Presente en la cumbre del Grupo de los Siete (G7) en Canadá y firme en su posición de generar acuerdos con el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, obtuvo 65.3 por ciento de aprobación en “representación adecuada de México en el ámbito internacional”.
Es un nivel sin precedentes para un momento político crucial en la relación de México con Estados Unidos. Con una crisis migratoria permanente en los últimos veinte años, cada presidente mexicano se ha valido de diferentes estrategias y discursos. A Claudia Sheinbaum Pardo, la primera mujer con la máxima investidura del país, le tocó entablar la correlación con el país del norte mientras Donald Trump cumple su segundo mandato presidencial. Se trata del gobernante estadounidense que más oposición ha mostrado a la inmigración y en estos momentos, mantiene una orden para realizar deportaciones masivas mediante el uso de fuerzas federales, tal como lo prometió en su campaña electoral.
La titular del Ejecutivo federal reveló que le planteó en una llamada telefónica a su homólogo estadounidense un “acuerdo general” sobre seguridad, migración y comercio que incluya beneficios para los mexicanos que habitan en aquel país. Hablaron durante 20 minutos después de que Trump abandonara la cumbre de Los Siete en el primer día de actividades por el conflicto entre Israel e Irán, y cancelara un encuentro acordado con Sheinbaum Pardo.
El marco de la conversación estuvo definido por la amenaza de la administración del republicano de continuar con detenciones de trabajadores mexicanos sin documentación en Los Ángeles, Chicago y Nueva York.
Una encuesta realizada entre el 14 y 18 de junio por FactoMétrica y Reporte Índigo arrojó que la mayoría confía “mucho” en la primera mandataria mexicana en sus acciones políticas frente al mundo. 13.8 por ciento mostró su nivel de aprobación para este rubro en “algo”. En tanto que 7.7 y 13.2 por ciento los expresaron en “poco” o “nada”.
En el lapso en el que fue realizado el ejercicio demoscópico, los mandatarios de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido se reunieron en Kananaskis, Canadá. A la cumbre, la presidenta mexicana fue invitada por el primer ministro canadiense, Mark Carney. Además, Israel e Irán iniciaron un intercambio bélico que alertó sobre la posibilidad de un conflicto mayor en Medio Oriente e incluso en el planeta.
Cercanía, honestidad y gestión federal: la táctica tras la buena evaluación
En esta coyuntura, el aval para el desempeño, en general, de la presidenta fue de 82.5 por ciento. La calificación fue de “muy buena” a “buena”. El resto de encuestados respondió que la gestión era “mala” o “muy mala”. Es un nivel histórico que ha permanecido en los ocho meses de la administración de Sheinbaum Pardo.
En el ejercicio también se preguntó: “¿Qué tan cercana considera que es la presidenta Claudia Sheinbaum a las preocupaciones de la gente?”. El 44.9 por ciento respondió que “muy cercana” y el 28.2 por ciento “algo cercana”.
También, la encuesta levantó la opinión sobre la percepción de honestidad de la mandataria. El 79.5 por ciento consideró que cuenta con esa característica y la ha empleado al gobernar.
El trabajo del Gobierno federal en seguridad, combate a la pobreza, salud, medio ambiente y combate a la corrupción fue aprobado con niveles de hasta más de 75 por ciento.
Con Trump ausente, Sheinbaum defiende agenda mexicana en cumbre del G7
El objetivo del viaje a Canadá de la presidenta era entablar un diálogo con el presidente Donald Trump. El encuentro tendría dos vertientes: Canadá y México tratarían asuntos relacionados con el tratado comercial entre los tres países, y México podría plantear, por separado, un análisis del problema migratorio.
El sábado 14, en una gira de trabajo en Tlaxcala, Sheinbaum Pardo confirmó que sostendría una reunión con Trump. Dijo que asistiría al encuentro con “la frente en alto” y con “el firme compromiso de defender a las y los mexicanos”.
Pero la intensificación de los ataques con misiles entre Israel e Irán, iniciados el 13 de junio, ocasionó que el presidente Donald Trump abandonara las reuniones de Los Siete en el primer día para tener un encuentro de manera urgente en Washington con su Consejo de Seguridad Nacional. Estados Unidos se encuentra ante la disyuntiva de intervenir de manera directa o situarse en el margen.
La presidenta mexicana mantuvo al pie de la letra su agenda en paralelo a Donald Trump. Asistió a tres reuniones bilaterales con jefes de Estado, una trilateral con el Consejo Europeo y la Comisión Europea, así como a la plenaria del G7. Los encuentros cara a cara fueron con el primer ministro canadiense, Mark Carney; el primer ministro de la India, Narendra Modi, y el canciller alemán, Friedrich Merz.
Su resumen fue que el total de participaciones redundará en el fortalecimiento de las relaciones comerciales de México en el mundo. En el mismo escenario dio detalles de su llamada con Donald Trump. Explicó que el presidente estadounidense se disculpó y hasta bromeó: