Ya es un hecho, el CONACYT o Consejo Nacional de Ciencia Y Tecnología ha sido desintegrado, como era de esperarse, ante una decisión tan radical por parte del gobierno de México, este hecho tendrá varias repercusiones, iniciando por su puesto, por las reacciones controversiales de los investigadores mexicanos.
De acuerdo con el portal Proceso, la iniciativa de ley en materia de ciencia y tecnología que fue enviado al legislativo por parte del gobierno de López Obrador, tenía por objetivo terminar de manera radical con el actual Conacyt y con los Centros Públicos de Investigación adscritos a este Consejo, además de dar paso a un modelo de política científica basado más en supuestos que en procesos sustantivos adecuados a las disciplinas científicas.
El mismo portal añadió que Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación, de la noche a la mañana concluirá una larga historia de la comunidad científica en México que tuvo por propósito crear un marco jurídico e institucional propio, propicio para el desarrollo de instituciones y de comunidades científicas y tecnológicas que reconocieran su especificidad y naturaleza, necesarias para la creación de conocimientos, para la formación especializada y para la difusión y aplicación de los mismos.Objetivos que cambiarán con el nuevo cambio legislativo.
¿Qué era el CONACYT?
Según datos del portal CONACYT, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) es la institución del gobierno de México responsable de establecer las políticas públicas en materia de humanidades, ciencia, tecnología e innovación en todo el país con el objetivo de fortalecer la soberanía científica e independencia tecnológica de México y bajo los principios de humanismo, equidad, bienestar social, cuidado ambiental y conservación del patrimonio biocultural.
Reacción de la comunidad científica
Como era de esperarse, la comunidad científica ha mostrado un rotundo rechazo a la ley que fue aprobada en una semana en Congreso y que convierte al Conacyt en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías o Conahcyt, por sus nuevas siglas.
Para los que están al tanto de esta modificación, saben que no es accidental que la palabra “humanista” y vocablo semánticos se repitan hasta en 93 veces en la nueva ley. A pesar de que este cambio tienen tintes estéticos, es en realidad es el ajuste más visible a la serie de entramados sobre cómo se toman decisiones presupuestales en proyectos científicos que reciben apoyo gubernamental.
De manera simplificada, la ley define que la ciencia en México debe ser accesible por todos, lo que significa que debe tener beneficio social y su principal enfoque debe ser el de contribuir a resolver los problemas más urgentes del país.
Cambio de instituciones, cambio de leyes
Según el portal informativo Xataka, a partir de ley publicada el 8 de mayo pasado, en el Diario Oficial de la Federación, sus disposiciones se volvieron vigentes el mismo día y por ende, quedó eliminada la antigua ley de ciencia y tecnología aprobada en 2002 que “permitió articular y legitimar las políticas neoliberales” y “propició el abandono de la ciencia básica”, según el resumen de la nueva ley hecho por el todavía Conacyt dirigido por María Elena Álvarez-Buylla.
Una nueva junta de gobierno decidirá sobre la ciencia en México
La nueva junta de gobierno que decidirá la política científica y de innovación tecnológica en México será integrada por el Conahcyt, incluyendo Semarnat, Relaciones Exteriores, Salud, Bienestar, Energía y Hacienda, además de secretarias de estado. En la junta también obtienen asiento y poder de voto Defensa Nacional y Marina.
Después de la formación del nuevo consejo, la Conahcyt tendrá un año para emitir reglas y normas administrativas para acatar la ley, este es el mismo tiempo que tienen los los estados del país tienen que hacer modificaciones a sus leyes para armonizarlas respecto a la nueva ley de ciencia y tecnología.
FUENTE: ensedeciencia.com