El proyecto enviado por el Poder Ejecutivo fue defendido por la directora de la Agencia de Acceso a la Información Pública, Beatriz Anchorena. Desde la oposición consideraron que la iniciativa debe aprobarse por la nueva composición parlamentaria.
Un plenario de las comisiones de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Legislación General de la Cámara de Diputados arrancó este miércoles con el debate del proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo, el pasado 30 de junio, para actualizar la Ley de Protección de Datos Personales.
En la reunión, que duró dos horas, expuso la directora de la Agencia de Acceso a la Información Pública, Beatriz Anchorena, quien remarcó que “es importante actualizar la ley; pensemos en el celular que teníamos en el año 2000 y el celular que tenemos hoy. A más de 20 años el contexto nos marca la necesidad de adecuar y robustecer nuestra normativa”.
En ese sentido, mencionó a Internet, las redes sociales y el Big Data que “han crecido de una manera exponencial”. “Los datos personales son recolectados, almacenados y procesados por diferentes actores, con diversas finalidades y en distintos lugares del mundo”, expresó la funcionaria y sumó que “tenemos un procesamiento masivo de datos y un avance de la inteligencia artificial”.
“Hoy los datos son un activo, en muchos casos el insumo principal de muchos procesos productivos”, señaló y agregó que “los datos sensibles requieren una protección mayor”.
Al referirse a la iniciativa, dijo que se busca “compatibilizar la innovación tecnológica, el desarrollo económico y la garantía de los derechos humanos”, además de que se cambia el paradigma del “derecho de proteger el dato” para pasar al “derecho de las personas a proteger sus datos personales y a la autodeterminación informativa”.
Anchorena precisó que, en la región, Brasil y Ecuador tienen “las leyes más recientes y avanzadas”, mientras que en Chile hay una iniciativa con media sanción, y en Costa Rica y Paraguay hay proyectos en marcha. “Uruguay tiene una ley de 2008 que la actualizan permanentemente. Perú, Colombia y México tienen leyes razonablemente actuales. Y Guatemala y Bolivia recién están empezando a discutir sus proyectos”, detalló.
“Argentina fue el primer país en tener una Ley de Protección de Datos Personales en el año 2000 y es considerada pionera”, destacó la directora de la AAIP, y enfatizó que “este proyecto no nace de un repollo, sino de una trayectoria de Argentina (en la materia) y de una trayectoria que es muy respetada en la región”.
Yendo a la iniciativa, la funcionaria explicó que “el proyecto brinda un marco para el desarrollo de instrumentos concretos que fortalezcan la capacidad regulatoria por parte del Estado” y está basado en “tres pilares” que son “el derecho humano a la protección de los datos personales y la autodeterminación informativa; la innovación tecnológica -basada en principios éticos- que promueva un desarrollo económico inclusivo; y la construcción de confianza a través de reglas de juego claras”.
Además, está redactado en “un lenguaje técnicamente neutro, que permite pensar en una ley que no nos quede vieja a los dos años” y “está centrada en las personas”. “Concilia el derecho a la protección de los datos personales, a la libertad de expresión e información y al proceso de Memoria, Verdad y Justicia frente a crímenes de lesa humanidad”, enumeró en su exposición.
Al repasar algunos puntos centrales, se refirió a la aplicación extraterritorial, que es “un eje clave que la ley vigente no lo contempla”. “Esto nos permite fiscalizar el tratamiento de datos de la ciudadanía argentina realizado por empresas transnacionales”, señaló y apuntó que “es la respuesta que han encontrado la mayoría de los Estados para abordar la globalización del tratamiento de los datos. Esto refuerza la soberanía nacional”.
Sobre los principios nuevos que se incorporan, habló de neutralidad tecnológica, responsabilidad proactiva y demostrada y el de preeminencia, que establece que “ante dudas interpretativas en la aplicación de la ley, va a prevalecer la interpretación más favorable a la persona titular de los datos”. “Esto refuerza una mirada de garantizar derechos de las poblaciones en situación de vulnerabilidad”, resaltó.
También ponderó cuestiones relativas a las transferencias internacionales de datos; la incorporación del tratamiento de datos de niños, niñas y adolescentes; los nuevos derechos oposición, decisiones automatizadas y elaboración de perfiles, revisión humana, portabilidad y limitación; y las obligaciones de los responsables y encargados del tratamiento de datos. “Cuando el responsable no tiene domicilio en Argentina, nosotros estamos proponiendo que tenga un representante”, indicó.
En otro tramo, Anchorena se refirió a los cambios en las multas, que hoy van de 1.000 a 100.000 pesos. Se establecerán “unidades móviles que irán desde 5 hasta un millón, actualizables con el IPC, con un monto inicial de 10 mil pesos cada UM”; además de “un monto de 2% a 4% de facturación total anual global del ejercicio financiero anterior” para quienes violen la ley.
La directora de la AAIP remarcó que este proyecto nació de un proceso que comenzó hace un año atrás, con 11 mesas de diálogo integradas por distintos actores y contó: “En agosto del año pasado se presentó el anteproyecto y luego se abrió el proceso de consulta pública” donde “se recibieron 173 aportes y consultas” de diferentes sectores públicos y privados.
“El proyecto original tenía 76 artículos y 43 fueron mejorados y pulidos”, valoró y sostuvo que “este proyecto de ley es producto del debate de ideas sobre las necesidades y la realidad argentina, incorpora estándares internacionales, pero tiene una mirada situada y soberana”. “La protección de datos personales es transversal a todos los campos de la política pública y a todos los sectores productivos; es la base para desplegar otras políticas públicas”, subrayó y cerró: “Si queremos tener un proyecto de regulación de inteligencia artificial, tenemos que modernizar nuestra Ley de Protección de Datos Personales”.
Cuestionamientos desde la oposición a la gestión de la AAIP
Al tomar la palabra para las consultas, la diputada Karina Banfi (UCR) arrancó recordándole a la funcionaria que ella, junto a su par Dolores Martínez y organizaciones civiles, impugnó su designación. “Creo que ha aprendido, creo que tiene que aprender más”, lanzó y consideró que la AAIP “es un organismo pilar que hemos podido sostener como una política de Estado, más allá de los gobiernos que van sucediendo”, por lo cual “debemos poner al frente de los organismos gente que cumpla los requisitos como lo dice y lo impone la propia ley”.
“Estamos convencidos que es necesaria una actualización de esta ley y principalmente poder tener una ley adecuada a la dinámica que tiene la información y la circulación de datos en el mundo”, afirmó sobre el tema de protección de datos, pero pidió que “ haya un extensivo cronograma de audiencias públicas” con invitados para iniciar el debate, pero “concluirlo con la composición que viene”.
Al resaltar que sobre el tema solo hay “tres proyectos” de legisladores, la radical opinó que si se avanzara rápido “vamos a estar votando algo que es muy importante para la ciudadanía sin entender qué es lo que se va a votar”.
Por otra parte, Banfi cuestionó la pasividad de la AAIP a la hora de sancionar a los organismos del Estado que incumplen con la Ley de Acceso a la Información Pública, tema en el cual es especialista. “Veo una proliferación de empresas cuestionadas, sobre todo las de telefonía, por incumplir con la Ley de Protección de Datos Personales, pero no veo ninguna repartición del Estado multada, y hemos tenido casos, por ejemplo, el Renaper y el Senado de la Nación”, señaló.
“En la lista de incumplidores del acceso a la información pública hay un crecimiento de las dependencias públicas. El problema es que nos llevan a la Justicia. Yo pregunté por las actividades institucionales de una persona (Fabiola Yáñez) y me dijeron que eran datos personales. Me respondieron a medias. Tuve que ir a la Justicia. Cuando gané en primera instancia, la Secretaría General de la Presidencia apeló, con abogados del Estado. Eso es plata de los argentinos”, expresó.
En tal sentido, la legisladora de Juntos por el Cambio cuestionó que “la Secretaría General de Presidencia ranquea como incumplidora, pero sin embargo se la premia con la Dirección Nacional Electoral, ¿cómo vamos a tener seguridad de que cumplirá con la protección de datos de los electores?”.
Luego, yendo puntualmente al proyecto del Gobierno sobre protección de datos personales, Banfi explicó: “Nada es gratis, por eso las redes sociales nos piden nuestros datos personales para poder usarlas. No es lo mismo entregar datos a una empresa controlada por el Estado, que entregarlos a una empresa que es del Estado como Tik-Tok. Nos pasó esto con las vacunas. Ni China ni Rusia nos respondieron, en cambio AstraZeneca y Pfizer tuvieron que hacerlo. Hay que ver bien cuál es la protección de datos, hay que advertir cómo el Estado -sea China, o Rusia o nuestro país- viola la Ley de Protección de Datos”.
“¿Saben por qué José Vitobello (secretario General de la Presidencia) aportó la información sobre la primera dama? Porque la Justicia le dijo que la multa tenía que pagarla de su bolsillo. Hoy hay un ¡viva la pepa! No se sanciona a las dependencias del Estado que violan la Ley de Acceso a la Información Pública”, insistió.
A su turno, la diputada Dolores Martínez (Evolución Radical) aseguró que este “es un proyecto que esperábamos hace mucho tiempo tratar” porque “todos coincidimos en la necesidad de reformar la ley”. Sin embargo, pidió “contextualizar” la situación y, en tal sentido, cuestionó qué es lo que se está haciendo con “las filtraciones de datos” ya que “es exponencial como han aumentado los casos y yo creo que no tenemos respuestas por parte del Estado”.
“¿Cómo cree que esta ley va a responder frente a la vulnerabilidad total en la cual se encuentra la administración pública?”, consultó a la funcionaria y apuntó que “no solamente es el cómo, sino con qué. Porque vamos a necesitar cientos de ingenieros electrónicos, a lo que hoy en Argentina no los podemos atraer ni tampoco retener”.
Para la porteña, este “es un proyecto no sólo urgente, sino trascendente, una política de Estado” y como tal “amerita el trabajo basado en los consensos”. Pero observó que “es muy difícil tratar esta ley” con un recambio legislativo próximo y además con las “situaciones tensas que vivimos” en el Congreso, al remarcar las diferencias entre oficialismo y oposición.
“No es mala predisposición, pero quiero que entienda que no es el mejor tema para tratar en este contexto”, aclaró, y solicitó que en caso de hacerlo “sea con la máxima responsabilidad”.
En alusión a los datos de niñas, niños y adolescentes, la diputada Carla Carrizo (Evolución Radical) dijo que “la actual ley no los menciona” cuando hoy “son los que más los usan, los más vulnerables y los menos protegidos”. “No nos conforma un solo artículo”, señaló y anticipó que buscarán dar “un debate específico” sobre este punto, al considerar que “la autoridad de aplicación de todo lo que es la protección de privacidad de niñas, niños y adolescentes sea la Defensoría” y no la AAIP.
En el cierre, el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Hernán Pérez Araujo (FdT) informó: “Seguiremos en las próximas semanas con este tratamiento. Les solicitamos a las bancadas que nos hagan saber a quiénes proponen como expositores. No tenemos ningún apuro en el tratamiento. Sabedores de que se viene un recambio en la cámara, veremos si la oportunidad, el mérito y la conveniencia nos permiten que esto sea tratado este año o en ejercicios venideros”.
FUENTE: parlamentario