La implementación de la Economía Circular no es una realidad lejana. | Tania Larios
En la actualidad la economía en México y el mundo opera a través de un sistema económico lineal; este modelo se caracteriza por la extracción de recursos, la fabricación, distribución y consumo de productos que al finalizar su vida solo son desechados. La economía lineal es causa de varios problemas a los que no enfrentamos, como la escasez de recursos por su uso desmedido y a la contaminación por no tener una correcta disposición y gestión de residuos.
Ante esta problemática, se presenta un modelo económico alternativo que no solo permite regular el aprovechamiento de los recursos, sino que también incentiva el crecimiento económico del país. Este sistema se denomina Economía Circular, el cual se caracteriza por mantener los recursos en el ciclo productivo, es decir reutilizar materiales cuando su vida útil se agote, ya que, a través de los procesos de producción, se plantea reducir, reutilizar, reparar y reciclar logrando así una fabricación y consumo sostenible.
La implementación de la Economía Circular no es una realidad lejana, pues países como España, Holanda y Francia ya han dado los primeros pasos para transitar a este modelo.
En el caso de México, la migración al modelo de Economía Circular ha comenzado a mostrar resultados. El 17 de noviembre del 2021, la Ley General de Economía Circular fue aprobada en el Senado de la República y actualmente se encuentra en espera de ser dictaminada en las Comisiones de la Cámara de Diputados. A pesar de que su materialización como Ley se ve distante, la discusión y la primera aprobación demuestran el compromiso de la nación de implementar un cambio que no solo beneficie al medio ambiente, sino que también incentive al crecimiento económico.
Adoptar la Economía Circular implica fuertes transformaciones sociales y económicas, pues nos enfrentamos a un cambio de paradigma en los procesos de producción. No obstante, esta migración requiere de la colaboración entre los distintos poderes de gobierno y los diferentes factores de poder que intervienen en la toma de decisiones.
Un ejemplo de lo anterior, es el esfuerzo visto en la Ciudad de México para la aprobación del Dictamen por el que se expide la Ley de Economía Circular de la Ciudad de México. El Dictamen fue resultado del trabajo en conjunto de las Comisiones Unidas de Desarrollo Económico y Preservación del Medio Ambiente, Cambio Climático y Protección Ecológica. La Ley de Economía Circular de la Ciudad de México es resultado de la creación de una legislación más plural e incluyente que conjunta las propuestas tanto del sector público y privado, así como la colaboración interinstitucional entre el Congreso de la Ciudad de México, y las Secretarías de Medio Ambiente y de Desarrollo Económico locales.
Este instrumento normativo, se compone por un total de 35 artículos, 4 títulos y 5 transitorios, su principal objetivo es establecer las bases que impulsen la transición a una economía circular a través de la creación de un Programa que permita cumplir con lo establecido por la misma, fungiendo como un mecanismo de planeación estratégico integral y coordinado que impulsará las políticas públicas, programas, proyectos y actividades generadas por la implementación de esta norma. Al buscar incentivar este tipo de acciones se busca reducir el consumo de energía y recursos naturales generando así un impacto positivo y responsable con el medio ambiente.
La regulación de la Economía Circular en la Ciudad de México constituye un paso decisivo para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, pues promueve una cultura de consumo y producción sustentable, en el que se impulsa la creación de empleos verdes, detona el crecimiento y desarrollo económico de la Ciudad. Lo anterior será posible a través de la innovación tecnológica, la educación y cultura ambiental.
La Ciudad de México ha demostrado estar a la vanguardia de modelos innovadores, como lo es la Economía Circular, pues en ella se encuentran varias de las industrias más importantes que forman parte del consumo general de la población y que son indispensables para el desarrollo del país.
FUENTE: lasillarota