La cantidad de agua que debe consumir una persona es de 100 litros diarios y en la Ciudad de México se están consumiendo más de 380 litros diarios por persona, por eso es importante visibilizar el problema, afirmó el diputado Pablo Trejo
Se presentó una iniciativa en el Congreso de la Ciudad de México para reformar diversas disposiciones de la Ley Ambiental local, con el objetivo de incorporar el concepto de Huella Hídrica, así fortalecer el establecimiento de medidas de compensación, mitigación y las tendientes a minimizar la Huella Hídrica y la reversión de los daños al medioambiente.
De acuerdo con la iniciativa presentada por el diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Pablo Trejo, el Gobierno de la Ciudad de México también debe promover y apoyar el desarrollo de las actividades productivas en el suelo de conservación, a través de las acciones, mecanismos, instrumentos y programas especiales que consideren la reducción o mitigación de la Huella Hídrica.
También se propone que las personas que se encuentren en la ciudad, tengan como obligación asumir prácticas de producción y hábitos de consumo en armonía con los recursos naturales, para reducir la Huella Hídrica y contribuir al cuidado del ambiente y la acción climática.
Transformación tecnológica con daño ecológico
Ante el Pleno del Congreso de la Ciudad de México, el legislador local señaló que en las últimas décadas, el planeta ha sufrido una transformación acelerada debido al desarrollo tecnológico, el crecimiento poblacional, la globalización de la economía y el cambio climático.
Igualmente, afirmó que la transformación ha sido positiva en muchos aspectos; sin embargo, también ha provocado efectos negativos sobre ciclos vitales para la vida, como lo es el hidrológico.
Aseguró que en el Informe Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2019 publicado por la UNESCO se indica que “si la degradación del medioambiente natural y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales continúan al ritmo actual, 45% del PIB global, 52% de la población mundial y 40% de la producción mundial de cereales estarán en riesgo para 2050. Las poblaciones pobres y marginadas se verán afectadas desproporcionadamente, agravando aún más las desigualdades que están aumentando”.
Además, mencionó el Diputado del Distrito 15 en Iztacalco, esta proyección tiene sus causas en la incesante demanda por los recursos hídricos, sobre todo su mal uso, lo cual ha incrementado la contaminación y agravado el estrés Hídrico en muchas partes del mundo, teniendo graves consecuencias para la salud pública, la sostenibilidad ambiental, el desarrollo económico y la seguridad alimentaria y energética.
Por lo anterior, afirmó que la gobernanza del agua se conforma por aquellos aspectos políticos, sociales, económicos y administrativos que son importantes para el desarrollo y la gestión del agua. Este modelo de gobierno, está relacionado con sistemas que poseen cualidades de responsabilidad, transparencia, legitimidad, participación pública, justicia y eficiencia en el uso y manejo del agua.
“Bajo esta perspectiva, la Huella Hídrica, al ser un indicador que muestra la apropiación humana de los recursos hídricos, resulta esencial para alcanzar la gobernanza del agua,. El uso oculto del agua a lo largo de toda la cadena productiva, ayuda a identificar cómo y dónde el consumo en un lugar impacta los recursos hídricos de otro lugar.
Consumo racional del agua
En la Tribuna del Recinto de Donceles sostuvo: “Para que nos demos una idea, la cantidad de agua que debe consumir una persona es de 100 litros diarios y en la Ciudad de México se están consumiendo más de 380 litros diarios por persona. Eso hay que visibilizarlo para que podamos entender el consumo racional del agua que estamos proponiendo”.
Manifestó que la Ciudad de México es una de las regiones del mundo donde la escasez del agua es más apremiante y que derivado de esta situación, existen muchos beneficios de la Huella Hídrica y su regulación normativa, debido a que con esta iniciativa se facilita la eficiencia hídrica y la optimización de la gestión del agua a nivel de producto, proceso y organización,
También sostuvo que ayuda a identificar formas para reducir los posibles impactos relacionados con el agua, de los productos, en las distintas fases del ciclo de vida así como de los procesos y organizaciones.
Por último, hizo hincapié en que de las 32 constituciones estatales, la de la Ciudad de México es la única que contempla la minimización de la Huella Hídrica.